"Como la informalidad ganó terreno en la comercialización del GLP en el sector hidrocarburos y como contribuye la formalidad en las empresas envasadoras y locales de ventas a que se agudidice este problema"
En estos últimos años el sector de hidrocarburos en lo que concierne a la comercialización del GLP a granel y cilindros envasados, está siendo afectado por el creciente aumento de la informalidad creada por los propios comercializadores formales,
la adulteración de productos en locales de envasado clandestinos, plantas móviles que usan una cisterna con gran peligro latente en todos ellos hacía los pobladores que ni siquiera saben que está pasando a su alrededor distraídos por una televisión basura
con programas distractores sin valor.
A todo esto sumamos que las empresas comercializadoras y/o envasadoras formales que no cumplen su labor en un correcto proceso de envasado, evitando los estándares normados de seguridad para obtener una rentabilidad con alto riesgo de daño
a las personas usuarias.
También no cuentan con personal calificado, sobrecargan sus almacenes, camiones de gas estacionados y durmiendo por toda la ciudad, exponiendo primeramente la seguridad de sus propios trabajadores.
Este último 29 de octubre en la XI Conferencia Virtual PERU GLP estuve escuchando al representante del gremio de plantas envasadoras ASEEG, representantes de nuevos gremios “PANTALLA” y empresas dedicadas al envasado y comercialización del GLP
en nuestro país; y nuevamente una preocupante decepción, nuevamente dicen lo mismo!
Me intrigó mucho en mí análisis, que el grado de desconocimiento por parte de los representantes de empresas envasadoras que expusieron.
Por otro lado, el ente regulador no realiza una adecuada fiscalización del sector GLP en toda la cadena de comercialización; su presencia en verificar que todos los agentes de la cadena de comercialización de GLP es muy vaga. Muchos camiones
con gas en tanques y cilindros, tanques en los techos de los chifas, grifos que venden glp, locales de venta de cilindros de gas, se mosquean al no ser supervisados al menos una vez al año.
Se suma a esto la informalidad, quienes son los comercializadores de GLP granel y en cilindros envasados que no existen en la Sunat, no existen en las municipalidades y menos en el Osinergmin. Todos ellos no pueden obtener el GLP porque no existen;
sin embargo lo obtienen a través de las empresas que si existen (las empresas formales que si pueden comprar GLP), y así la informalidad gana terreno día a día.
El GLP es un material bondadoso que ofrece su energía limpia para aplicarlo en nuestras cocinas domésticas, la industria e incluso como combustible en los vehículos; pero a su vez sino lo tenemos bien almacenado, sino controlamos que no exista
fugas, si realizamos instalaciones con equipos inseguros, si trabajamos con personas no capacitadas; SERÁ UNA BOMBA DE TIEMPO que puede repetir la penosa tragedia de Villa El Salvador.
En base a mi experiencia, liderando empresas envasadoras, muchos puntos vitales “como siempre” no se han tratado, si lo conocieran o se tomaran la gentileza de salir de sus escritorios y analizar la problemática para tomar conciencia que la
informalidad lo están ocasionando las mismas empresas que se encuentran formalizadas. Al no conocer que existen diversas entidades con competencias en la informalidad y la seguridad en las vías públicas, al no invertir en sus procesos a profesionales especializados
en el manejo y cuidado del cilindro de GLP, el correcto envasado de los mismos realizando las pruebas de fugas adecuadas, envasando y conociendo que son cilindros de dudosa fabricación, muchas plantas obsoletas de los años 70´s, a su vez plantas formales hacinadas,
todo ello, repito “son bombas de tiempo” para las personas que trabajan ahí y la que vive en su entorno.
Todo esto sumado a directivos y ejecutivos con sólo ambición de ganar plata al guerrazo, decisiones que no consideran a sus propios trabajadores, que no se esfuerzan en ver la problemática en sus pobres estrategias de sostenibilidad, sólo visión
comercial y no de seguridad que tratan al producto GLP como si fueran una botella descartable de bebidas gasificadas o una caja de galletas; generan las “bombas de tiempo”.
Esperemos una reflexión a los actuales comercializadores y a los próximos inversionistas del sector inicien este periodo pensando primeramente en la seguridad como el principal pilar del negocio. Y como un ciudadano de a pie, esperar un producto seguro y confiable que permita a nuestro país un desarrollo positivo.
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